El bruxismo es la acción inconsciente de contraer la musculatura de la mandíbula. Es considerado un trastorno relacionado con el sueño, ya que muchas personas aprietan o rechinan los dientes mientras duermen. Aquellas que tienen tendencia a roncar o pausar la respiración (apnea del sueño), son más propensas a padecer bruxismo. Este movimiento nocturno se produce de manera automática y genera una tensión frecuente y rítmica en los músculos de la masticación. Puede producirse de manera frecuente y está relacionado con múltiples trastornos como: dolor orofacial, enfermedades neurológicas, apnea del sueño y problemas dentales
Síntomas:
Si has percibido que tu hij@ hace un ruido intenso y repetido mientras duerme, es probable que esté rechinando los dientes. Esta acción puede producir problemas dentales y neuromusculares, cómo la atrición dentaria, la enfermedad periodontal, la hipertrofia de los músculos masticatorios, dolores de cabeza y trastornos temporomandibulares.
Existen terapias odontológicas que pueden mejorar el bruxismo, cómo por ejemplo el uso de dispositivos oclusales durante el sueño para proteger los dientes y el sistema masticatorio, o también, aparatos ortodónticos para tratar anomalías dentomaxilares.
En todo caso, nuestra recomendación es concertar una visita con el especialista, para poder determinar cual es la mejor solución y para que haya una supervisión continuada, con el fin de no interferir con el patrón de crecimiento normal del niño.
Destensar los músculos de la mandíbula apretándola con mucha fuerza durante unos 8-10 segundos y, justo después, relaja los músculos moviéndola muy suavemente de derecha a izquierda. Puedes repetir este ejercicio varias veces al día.
Utiliza tus dedos para masajear los músculos de la mandíbula. Poco a poco, hasta que estés preparado para abrir la boca suavemente.
Túmbate y presiona suavemente los lóbulos de las orejas con los dedos índice y pulgar y estíralos con delicadeza hacía abajo. Notarás que, poco a poco, los músculos de esa zona se relajan.
Lleva tu cabeza hacía uno de tus hombros de forma suave y mantén esa tensión durante medio minuto. A continuación, haz lo mismo hacía el otro lado. Para conseguir una relación total de los tejidos, combina este ejercicio con ejercicios de respiración profunda.
Una de las causas principales del bruxismo es el estrés. Necesitas relajarte. La meditación puede ayudar a que te relajes: Ponte en una postura cómoda y respira profundamente focalizando tu atención en la respiración.
Una hora de ejercicio al día de intensidad media-alta puede disminuir los niveles de estrés y ansiedad. Además, genera endorfinas, hormonas capaces de calmar los estímulos externos del dolor.