PIERCINGS ORALES: ¿Es malo para mi salud bucal?

Descubre los riesgos y contraindicaciones de los piercings orales

¿Tu hij@ ha decidido que lo que más desea en el mundo es un piercing en la lengua? Pues cuidado, porque esta moda perpetua que hay entre los adolescentes es más peligrosa de lo que parece. 

Para empezar, los piercings son perforaciones en las que se inserta un objeto extraño, en este caso, en el área de la boca o la cavidad bucal. Al igual que las perforaciones en las orejas, los piercings orales pueden encontrarse de muchas maneras y de tamaños muy diferentes, no obstante, suponen un riesgo mayor para nuestra salud. 

¿Qué daño puede causar un piercing en la boca?

La presencia de un cuerpo extraño en la boca afecta a la forma de HABLAR, TRAGAR y MASTICAR. 

Riesgos dentales que conlleva hacerse un piercing en la boca: 

• Infecciones: Al colocarse un piercing existe el riesgo de generar una infección local en el área. 
• Aumento de saliva: La boca detecta un cuerpo extraño en su interior y como método de defensa produce más saliva. 
• Sangrado: Al realizarse un piercing en la boca pueden perforarse vasos sanguíneos durante el proceso, esto puede ocasionar un sangrado prolongado.
• Recesión gingival o de encías: Esto ocurre cuando la encía se retrae y deja expuesta la raíz del diente, generando un mayor riesgo de caries y sensibilidad, además de problemas estéticos. Hasta un 50% de personas con piercings bucales sufren de este problema. 
• Tejido cicatricial y queloide: La formación de este tejido ocurre cuando un piercing no se ha curado de manera adecuada y se cicatriza de manera complicada.
• Daño en dientes y esmalte: Una de cada cuatro personas con piercings orales sufre de microrroturas o microfracturas, debido al impacto que genera el metal al chocar contra las piezas dentales. Estos traumatismos continuos generan una pérdida progresiva del diente. 
• Interferencias en el habla, la masticación o la deglución
• Obstrucción de las vías respiratorias: se puede producir a causa de un edema o de la ingesta de piezas de joyas, lo cual supone un riesgo para los órganos respiratorios o digestivos.